Seguidores

martes, 15 de enero de 2013

REINOS DE TAIFAS



Un acertado comentario (como todos los suyos) de Fulva Lux, me ha sugerido esta entrada, que le dedico con la humildad del alumno poco aventajado.
Estudiamos, de pequeños, que hacia el año 711, los malvados moros guiados por unos cuantos árabes envidiosos de lo bien que se vivía en este país (que entonces era visigodo después de haber sido romano), cruzaron el estrecho, se extendieron por la Península y llegaron a tierras francesas hasta que Carlos Martel les dio la vuelta en Poitiers iniciando un reflujo que duraría muchos siglos. Pero en el ínterin, desarrollaron una cultura en lo que llamaron (y llaman todavía) al-Andalus, de una brillantez nunca alcanzada hasta entonces. Establecieron un emirato dependiente de Damasco, donde habitaba el Jalifa y Comendador de los creyentes de la muy reputada familia de los Omeya. Pero otra familia, la de los Abasíes que les había tomado algo de ojeriza, decidió sustituirlos por el somero procedimiento de darles matarile, en el año 756. Escapó solo uno de los Omeya, llamado Abderrahamen, que se instaló en al-Andalus, propiciando así que un descendiente suyo constituyera en estas tierras el Califato de Córdoba un par de siglos después. Fue esa una época brillante desde el punto de vista cultural, aunque llena de conflictos larvados entre comunidades tan diversas (muladíes, mozárabes, romano-visigodos, judíos, etc.) que dieron lugar a guerras intestinas (fitna) durante veintidós años. En 1031, cayó el califato de Córdoba y se adoptó un sistema que cuadraba muy bien con el emergente espíritu libertario de los aborígenes españoles: los reinos de taifas (muluk al-Tawaif). Todas las grandes familias árabes, bereberes, mozárabes, muladíes o eslavos, se constituyeron en estados independientes que reproducían el central, ya extinguido, a escala doméstica. En principio fueron veinte, pero llegaron a haber más de treinta y dos, algunas de tamaño más que reducido. Poco a poco las mayores fueron absorbiendo a las pequeñas. Los reyezuelos locales, en su ambición de reproducir el fasto de los califas (de aquellos tiempos data, probablemente, la famosa frase “quiero ser califa en lugar del califa” del visir Iznogud), 

se rodearon de los mejores eruditos de la época tanto musulmanes como cristianos y judíos. Paradójicamente, durante el tiempo de las taifas se desarrolló como en ninguna otra época la cultura andalusí adquiriendo características propias que la distinguían netamente del resto del Islam. Es la época del nacimiento de un movimiento filosófico característico de al-Andalus donde florecían las matemáticas la astronomía y la poesía. La arquitectura desarrolló el estilo manierista que influiría posteriormente en el arte magrebí de almorávides y almohades. Surgieron relevantes figuras en el campo del saber, y, en una constante emulación de los lujos orientales, se construyeron suntuosos palacios, almunias y mezquitas, y se celebraron las fiestas más comentadas, fastuosas y extravagantes de la cuenca mediterránea. Naturalmente, la economía se fue al traste.

No era posible enfrentarse a la presión de los guerreros cristianos del norte con aquel desbarajuste de reinos, así que empezaron a contratar mercenarios que luchaban en uno u otro bando según de donde fluyera el oro, o comprando la paz a base de impuestos (parias) que pagaban a los reyes cristianos. (Uno de los más famosos mercenarios de la época fue el llamado Cide Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar). Los estados se endeudaron hasta los corvejones.

El asunto acabó como el rosario de la aurora: el rey de Sevilla al-Mutamid, llamó en su ayuda al de los almorávides de Yusuf Ibn Tasfin (cuya tumba, venerada como la de un santo, puede visitar cualquiera que tenga interés en Marrakech). Yusuf cruzó el Estrecho, derrotó a Alfonso VI de León y Castilla en Zalaca y, como no estaba para tonterías, decidió conquistar el resto de taifas e imponer el puritanismo religioso que pretendía (como todos los fundamentalismos) salvar al personal, aún a su pesar. Ahí se acabó, por el momento, el espíritu hedonista y liberal del pueblo andalusí.

Luego vinieron los almohades y los nazaríes residuales hasta que su último rey, el lagrimoso Boabdil, dio por terminada la aventura árabe en España y comenzó lo del yugo y las flechas para terminar en las autonomías tras la época oscura del exiguo  general.

*

No sé porqué, recordar los reinos de taifas me produce la sensación de que la historia se repite (con las naturales variantes), que muchos de los acontecimientos a los que asistimos son un deja vu, y que aprendemos poco o nada del pasado.

15 comentarios:

  1. Como las cerezas, me veo guinda en tus pensamientos (jajajá), pero has dado un salto histórico: ¡menuda lección! Estás para diez.
    Como no aprendemos, seguimos pagando parias (a los bancos, a los rajoy, a los benedictus, etc.) y cada día somos más los parias en este reino.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, seño. Hace uno lo que puede, gracias a sus buenos maestros,

      Eliminar
  2. Como tu dices, parece repetitivo. Muy interesante. Un beso grande

    ResponderEliminar
  3. Ves por qué te digo siempre "maestro".

    Un abrazo, maestro.

    ResponderEliminar
  4. Disfruto leyendo tus comentarios Mariano. Magnifico y muy acertado por su actualidad el de hoy.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Me gusta mucho esta entrada Mariano, en la que dando un repasito por la historia, nos muestras la comparación con la actualidad, qué pena que aprendamos tan poco, o que olvidemos tan rápida la historia.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues ya ves, Yashira, nuestra memoria es flaca. (Y la mia cada dia un poco mas). Un abrazo y a ver si os decidis a hacernos una visita los lunes en el Zalacaín. Besos.

      Eliminar
  6. Hola Mariano, muy interesante el repaso por la historia y como no, está tentadora comparación. Estamos perdiendo el Norte en estas tierras de España, por un lado queremos ser europeos y por otro más nacionalistas que nadie, creo recordar que fue Unamuno quien dijo que” los nacionalismos se curan viajando” Debe ser que viajamos poco….
    Un saludo desde Barcelona.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, a Unamuno se le atribuye la frase. Así nos va, ahora estan de moda los nacionalismos mal entendidos para disimular las terribles corrupciones que empiezan a aflorar. Bienvenida y un abrazo.

      Eliminar
  7. Mariano, si me hubieses dicho que ibas a explicar la Historia, con mayúscula, no habría solicitado que me dijesen cual era cierta. Esta es la Historia que deberíamos haber aprendido y no la del Guerrero del antifaz mezclada con el astur que apedreó a unos acémilas que le robaban los borregos.
    Sinceramente te falta el detalle, aludido por Ánsar, de la Re-con-migo-todos. Pero es un detalle no histórico, solo valía para tirar vapor de la presión de las yugulares.
    ¡Esto hará Historia!

    Un abrazo, M<riano.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cada vez, Antonio, sé con menos precisión donde está la verdad de la Historia, con mayuscula como tu dices. ahoa estamos elaborando la de mañana y no hay mas que patrañas y embustes por todas partes. Y lo que es mas tétrico es que los actores lo hacen sin el menor rubor. ¿Que dirán de nosotros las generaciones futuras? Un abrazo.

      Eliminar
  8. Aunque parece que es de hace unos años esta reflexión histórico de la España peninsular, me dejas anonadado por tanta sabiduría, don Mariano. De verdad que me ha venido muy bien aprender esta otra proeza de la invasión árabe, pues la que yo sabía, peor que mejor, es la que menciona Antonio Campillo y su Guerrero del Antifaz, más o menos. Gracias, Master, por aclararme conceptos. Como siempre, leo tus escritos con gran interés porque me gusta la Letra y además aprendo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Gracias, Pepe, que me valgan para establecer contacto con personas como tu, justifica ampliamente el pequeño esfuerzo de publicar estas reflexiones.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... http://programalaesfera.blogspot.com.es/2012/07/el-ventanuco.html?spref=fb