Nos ha deleitado el Sr. Rouco en días pasados, aprovechando efemérides religiosas propias de estas fechas, con un encendido mensaje a la magna concentración de seguidores reunidos en la plaza de Colón de Madrid. Allí, además de a sus devotos seguidores, se ha permitido darnos lecciones al resto de los ciudadanos sobre los imperativos morales que su confesión postula para que nos mantengamos en el camino de bondad que ha de conducirnos a la venturosa vida eterna, una vez periclitada la presente.
Como ciudadano libre de este desdichado país que sigue siendo el mío, después de felicitar al Sr. Rouco por su éxito de público, me gustaría hacerle algunas precisiones que, dado su carácter dialogador y democrático, estoy seguro no han de caer en saco roto:
Quisiera recordarle, en primer lugar, que las creencias en general y las religiones en particular -entre las cuales, la que él profesa es una más- son una opción a las que los humanos tenemos acceso para imaginar un hipotético futuro del que, hasta la presente, no tenemos garantía alguna de que exista. Por fortuna, la fantasía es una de las herramientas más potentes con las que la naturaleza nos ha dotado y, a lomos de sus elucubraciones, podemos llegar a los más alejados puntos de mundos desconocidos para imaginarnos, allí, una vida de eterna contemplación o de generosas huríes como otros ofrecen (en caso de duda, escogería esta última, por parecerme más tentadora).
Es encomiable el afán del Sr. Rouco en repartir a diestro y siniestro normas y preceptos para encaminar a todo vicho viviente hacia esa bienaventuranza eterna, pero empieza a resbalarse y a faltarnos al respeto a los que no comulgamos con sus creencias, cuando se permite adoctrinarnos -sin que nadie se lo haya pedido- y amenazarnos con los infantiles castigos de un infierno en el que no creemos. Yo no me atrevería jamás -y tengo el mismo derecho que él- a recomendarle que se adhiriera a mis creencias (suponiendo que tuviera alguna), y menos a reprocharle, con la vehemencia y rotundidad que él lo hace, que siguiera por el camino que lleva, que yo considero equivocado.
Por si fuera poco, este señor se permite poner en tela de juicio normas legales que el Estado dicta para todos los ciudadanos, sin que nadie, haciendo gala de una educación más exquisita que la mostrada por él, se atreva a mandarlo a hacer puñetas, por no nombrar otro lugar al que no debe uno referirse sin pedir perdón de antemano.
Creo que nos estamos pasando de conservadores y educados permitiendo que pontífices de confesiones religiosas, sean las que fueren, aprovechando la credulidad de las gentes se permitan, en ceremonias fastuosas que recuerdan las pantomimas de los faraones egipcios, dar lecciones de vida al común de las poblaciones. Prediquen señores, con toda la vehemencia que sus gargantas les permitan, las verdades incontrovertibles en que creen para los que sigan sus normas religiosas, pero respeten (como el resto de los ciudadanos a Uds.) las ideas y los hechos de los que tenemos otra opción diferente a la suya, o ninguna.
Y sobre todo, no se atrevan a poner en solfa las leyes civiles que, en uso de la libertad democrática, nos hemos concedido las gentes libres de pensamiento, si no quieren que, con el mismo o superior derecho, cuestionemos las suyas y acabemos (violentando nuestras más exquisitas normas de conducta), mandándolos, in aeternum, al lugar referido más arriba.
De una puñetera vez, Sr. Rouco, ¿por qué no te callas?
Menudo "parvenu" el carde, es "democrático" por donde yo me sé.
ResponderEliminarBesazos.
La semana que viene contestaré "come il faut" a tu referencia a los reinos de taifas de la semana pasada (o la otra, a mi edad, las fechas se vuelven delicuescentes). Un abrazo
EliminarDesde Argentina comparto tu sentimiento. Es increíble como se parecen los políticos en todo los países del mundo. Un beso grande.
ResponderEliminarBienvenida, Lourdes, desde tan lejos. He oido hablar de una figura fantasmagórica que deambula por la pampa llamada Ocumán. ¿Sabes algo de él? Un abrazo.
EliminarBueno, de todo ello yo me consuelo pensando que, si había un gentío en la susodicha plaza, había un gentío mayor que no fue a la susodicha plaza y que pasa ampliamente del señor Rouco y congéneres.
ResponderEliminarEso suele pasar, que los menos hacen mas ruido que los mas. Un abrazo
EliminarMariano, desde el segundo párrafo estoy de acuerdo contigo. Pero, ya sabes que siempre existe un pero, creo que te debo aclarar que eres demasiado "placentero" al calificar a este ser encumbrado en un sillón al que jamás debía de haber subido por prepotente y soberbio. Te explico un pequeño esbozo de palabras sueltas del aludido primer párrafo.
ResponderEliminarEste señor jamas ha deleitado a nadie excepto a quienes le besan manos y anillo de oro con piedra preciosa para conseguir "sus bondades".
Su verborrea, de encendida no ha tenido jamás nada, siempre ha sido incendiaria y combativa, como cuando se lanzaba al pueblo a las siempre infames cruzadas.
La magna concentración de seguidores no fue tal puesto que lo ha sido de grupos integristas ultraconservadores que, incorporados a su iglesia, la dinamitan siguiendo el dictado de su ídolo, infinitamente más poderoso que él, con sede particular y propia dentro de la central de su inmensa multinacional en Roma.
El camino de bondad es el que él mismo, sus compañeros y acólitos, practican cuando desprecian a los débiles en favor de poderosos y espléndidos e inútiles fastos.
Y no me salve, por favor no me salve, déjeme que siga teniendo sentimientos humanos y no su soberbia, su fariseismo y su infecta idolatría al poder.
Es una lástima que Jesús no vuelva para echarle de su templo de poder a golpes de cuerda por hipócrita y embaucador al enterarse que desprecia a criaturas humanas por su inclinación sexual para amar, ser amados y dar amor a criaturas que lo merecen más que Vd.
Tomo nota confiando en que el amable y sagaz lector habrá sin duda interpretado los palabros que tan bien desgranas, en la clave de humor cabreado que pretendian. Un abrazo, tío Bamboso.
EliminarQue Rouco Valera aleccione y reprenda a sus feligreses, la vedad, me importa un bledo. ..! allá ellos ! Se sabe que poseen en general una moral ¿ cómo decirlo? ¿laxa?……homosexuales, separados, casados fuera del vinculo eclesiástico, arrejuntados, defraudadores, corruptos, mentirosos, puteros de alto standing , corruptores de menores en la Institución msma.. … lo de “sepulcros blanqueados” no se ha formulado ahora. Cuando en Mateo 23;27 se recogen esas palabras dolorosas de Jesús, no se refería a los que no creían, no, si no a los que creyendo , mentían e incumplían los preceptos, “aparentando” . Dentro de esos fieles a los que Rouco Valera se dirige cientos de esos hay…. empezando por aquellos que disimulan y pecan por desear a su propia mujer mientras copulan o “retroceden” incumpliendo el precepto de la multiplicación como finalidad y justificación, y , sin embargo, no se confiesan de ello. Que hagan lo que quieran. A mí, plin… ¿que no son democráticos?…eso está más que ilustrado a través de la Historia en general y, por desgracia, de la de España en particular, pero lo que respecta a meterse con las leyes civiles.. digo lo que tu Mariano muy fundamentado y bien dicho concluyes… ¡cállese ya de una vez Monseñor!..
ResponderEliminarLo que ya no me hace tanto plin Mariano, son las palabras del Ministro de La Guerra, Sr. Morenés y Álvarez y de Eulate . Esas si me afecta y afectarían muchísimo llegado el caso.. Quiero decir en el caso de que el ejército español perdiera la tranquilidad, (pues es consustancial “more geométrico” que quien tiene sólo tranquilidad puede perderla) y pusiera cerco a Cataluña o la invadiera….!! o ve tú a saber qué !!, eso sí creo seria un problema. Este hombre, Morenés, hijo del IV Vizconde de Alesón, ( sus abuelos eran “Condes del Asalto” (¿..?)) no digo que se calle, tiene pedigrí, pero sí que piense más (! o yo qué sé!) sus palabras. Este sí debe ser Ministro de TODOS...y no solo de sus feligreses..
Bueno, pero si se juntaran o juntasen, coincidieran en su nerviosismo, Morenés y Ruoco, entonces sí me entraría ya el canguelo más que preocupación o indignación civil…¿
una nueva Cruzada? !! NO, POR FAVOR !! ¡! NO ¡!
Ya te digo, por lo menos Pedro el hermitaño era pobre (o lo parecía). Estos cabritos con sindrome de crecimiento estan empeñados en volvernos a aquellos tiempos. Menos mal que estamos dispuestos a resistir. Un abrazo, Nico. (o D. Nico, si no se me permite la osada familiaridad).
ResponderEliminarEs triste pensar la cantidad de gente manipulada por este sujeto y simpatizantes de él.
ResponderEliminarMe adhiero a todas y cada una de tus palabras, Mariano. La intolerancia religiosa es tan ignorante en sí misma, y muy concretamente la católica, que se cree en poder de la verdad suprema, denostando al resto de religiones y agnosticismos, y asumiendo una misión evangelizadora y castañazo para todos los que no le piden ni sus sagrados conocimientos ni su sagrada salvación, más bien le ruegan RESPETO por ideologías diferentes y un peritaje económico de las barbaridades que la Iglesia católica está perpetrando en el terreno de apropiación inmobiliaria y fugas de impuestos IBI.
Un abrazo.
PD: Todo mi respeto a la institución católica de Cáritas y la labor que actualmente está realizando, principalmente con aportaciones privadas ya que esa Iglesia Católica montada en el dólar y tan caritativa, no le aporta prácticamente NADA.
gracias por aparecer por aqui de vez en cuando, Marisa, tus comentarios so siempre jugosos y bienvenidos. Yo tambien estoy de acuerdo con la labor humanitaria, sea del signo que sea, eso (lo del signo), me parece lo menos relevante. Un abrazo
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