Seguidores

domingo, 14 de diciembre de 2025

ORATORIO DE NAVIDAD

Encontré aquella mañana en el bar del Hogar del Pensionista, a Fernández con un aire ensimismado que no le era habitual, miraba el periódico sin verlo, mientras mordisqueaba con aire distraído su tostada. Apenas reparó en mi y tuve que hacerme presente con la discreción que pude arrastrando ostensiblemente la silla que tenía enfrente.

—Perdona Fernández… ¿Algo nuevo?

—Estaba recordando… todavía estoy impresionado

—Tú dirás.

—Nada importante, pero me causó viva impresión, quizás la falta de costumbre…

—Me tienes en ascuas.

Quise concederle un poco de espacio mientras solicitaba mi magro desayuno a la amable camarera y le di tiempo a que concluyera la tostada mientras agitaba con aire todavía distraído el café con leche. Al fin se decidió.

—El Oratorio de Navidad

—¿Como?

—Que anoche tuve ocasión de asistir en el Auditorio Municipal al Oratorio de Navidad de J.S. Bach por la coral Kodáli de Molina de Segura, una delicia.

—¿No lo conocías?

—No, fue una experiencia impactante. ¿Tú lo habías oído?

—Hace ya años, pero cada navidad suelo escucharlo en la tranquilidad de mi cuarto de estar, claro que ‘enlatado’ es diferente, me pasa lo mismo con la Pasión Según san Mateo o la Pasión Según san Juan cuando llega la Semana Santa.

—Será porque eres hombre religioso. A mí, la música sacra nunca me ha llamado la atención, pero anoche me pareció que la música y sobre todo aquellas voces que me parecieron angelicales tenían poco o nada que ver con motivos religiosos, era la profundidad de la melodía y sobre todo la belleza de las voces tan bien conjuntadas lo que llenaba el corazón de hermosa dicha, me pareció algo sobrenatural que me condujo casi al éxtasis.

—Te diré que mi opción religiosa –si la tuviera- nada tiene que ver con el gusto musical, también me gusta Wagner y no creo que ni La Valkiria ni Los Maestros Cantores de Núremberg fueran fervientes melodías católicas, y menos la aparición del tuerto Odín en medio del lío. Recuerda, Fernández, que los cantos corales ya están en las primeras tragedias griegas, siglos más tarde en el Himno atribuido a san Francisco, el Canto Gregoriano y las muchas misas orquestales que debemos a tantos insignes compositores cuya lista sería interminable. La creencia religiosa es una cosa y la música –por mucho de inspiración mística que tenga-, otra. La religión y el arte en nuestra cultura judeo-cristiana siempre han ido unidas.

—Puede que así sea, en cualquier caso, el mérito del Oratorio es de Bach, de la coral Kodály, de la orquesta y de los solistas que lo interpretaron. Y, sobre todo, de lo bien articuladas que estaban las imágenes del belén de Salzillo que ilustraban las Cantatas, fue una buena idea aparejar las dos cosas, al fin y al cabo, eran contemporáneos.

—Me alegra, amigo Fernández, que podamos disfrutar en nuestras postrimerías de estos espectáculos que nos llenan el alma de calmados sentimientos, en una época demasiado convulsa con actuaciones políticas de baja estofa que enturbian y llenan de lodo una situación democrática y cívica de la que deberíamos sentirnos orgullosos. Sobre todo, los que hemos padecido otros tiempos en los que estos de libertad y bonanza económica nos estuvieron vedados.

—Mejor no se puede decir, así es que te deseo felices fiestas.

—Y tú que lo veas.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... http://programalaesfera.blogspot.com.es/2012/07/el-ventanuco.html?spref=fb