Retomó Fernández el tema en la tertulia del día siguiente, después de recurrir al ordenador de su nieto.
—Siguiendo con las
tradiciones catalanas: podemos remontar el origen de la Sardana tanto como
queramos (como hacíamos con el padre Adán), a las danzas circulares
prehistóricas, a la Grecia clásica o a las danzas de Cerdeña, pero lo cierto es
que la ‘sardana larga’ no aparece hasta 1825 y que de 1850 data el primer
tratado sobre el tema, obra de Miquel Pardás. Antes, había recogido la voz Sebastián
de Covarrubias (Tesoro de la lengua castellana, Madrid, 1611): Cerdana, una dança que se usa en Cataluña,
dicha assi por haverse inventado en Cerdania, pueblos cerca de los montes
Pirineos, pero hasta 1825 no aparece la ‘sardana larga’, adoptada por los
danzantes para evitar el problema de espacio que representaba bailar el
contrapaso.
Tradicionalmente,
se considera a Pep Ventura (1817-1875) el padre de la sardana tal como hoy se
la conoce. Curiosamente, era oriundo de Alcalá la Real, provincia de Jaén, si
bien es cierto que sus padres, ambos catalanes, se encontraban allí por
circunstancias del destino paterno. Poco tiempo después volvieron
definitivamente a Roses, de donde era oriunda la madre. Ventura dio a la cobla su definitiva estructura de nueve
músicos e introdujo la Tenora, instrumento
del que llegó a ser un consumado interprete. Fue requerido, al frente de su
cobla, por la reina Isabel II en el año 1860 para homenajear al General Prim
con motivo de su victoria sobre el sultán de Marruecos.
—Hombre,
ya son años!
—Sí, pero
tampoco la prehistoria. Tradiciones que nos parecen ‘de toda la vida’, como si
vinieran del tiempo de los egipcios o de los romanos, resulta que se inventaron
hace media docena de generaciones. Por ejemplo, la famosa ‘diada’ catalana que conmemora
la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas al mando del duque de Berwick durante la Guerra de Sucesión Española, fue el 11 de septiembre de 1714, hace
‘solo’ 300 años. De esa época se supone también al famoso ‘caganer’, aunque no
es privativo de los belenes (o pesebres) catalanes, sino que aparece en casi
todos los de España, que a su vez tienen
origen en Italia. Lo que es seguro es que no figuraba en el primigenio nacimiento
compuesto por San Francisco de Asís en la Nochebuena del año 1223.
—Bueno, pero
el himno catalán sí es bien antiguo, ¿no?
—‘Els
Segadors’ data de 1899 en que Emili Guanyavents compuso la letra, aunque se
basa en un romance popular del siglo XVII, recogido por Manuel Milá i Fontanals
en su Romancerillo catalán de 1882.
—Jope,
Fernández, hemos empezado con los moros y cristianos de Santomera y acabamos en
los Pirineos.
—Ya
ves, nuestra piel de toro es más bien un pañuelo.
—Hasta
que empecemos a estirarlo por cada una de las puntas y acabemos haciéndolo un
solar.
Me ha gustado, Mariano, el tema de los tres últimos artículos. ¡Hay que ver lo antiguas que son nuestras tradiciones!
ResponderEliminarComenta uno de tus personajes que “podemos remontar el origen de la Sardana (…) a las danzas circulares prehistóricas”. A ver si resulta que la danza de las mujeres que hay pintada en la cueva de Cogul (Lérida) es una representación sardanera.
Un saludo.
Pues que no te extrañe, Pepe. No las he visto al natural. Consultaré con Fernández.
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