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martes, 18 de septiembre de 2012

¡GRAZIE MILLE!

Viajar siempre ilustra, sobre todo cuando se hace a países más adelantados que el nuestro (que no son difíciles de encontrar). Sorprende (y educa) la corrección con la que los vecinos se saludan cada mañana en la panadería, el supermercado o el bar en muchos pueblecitos de Francia y como lo hacen extensivo a los forasteros a la menor ocasión; con qué educado silencio se come en cualquier restaurante europeo o la limpieza habitual en un pueblecito de Alemania, Austria o Suiza, donde a nadie se le ocurriría tirar un papel o una colilla al suelo, porque todos los vecinos son conscientes desde la infancia de que la pulcritud del espacio público es obligación común.
Uno tiene la lamentable impresión de que no solo son países más ricos que el nuestro, sino que están mejor administrados y de que sus habitantes nos llevan una considerable ventaja en lo que a educación ciudadana se refiere.
A pesar de buscarlo con ahínco, no he logrado encontrar en muchos días de viaje por distintos países de Europa a uno de los prototipos que se dan con abundancia en el nuestro y que, por constituir una rareza según he podido comprobar, propongo desde este momento que se incluya, con el rotulo de rara avis, en el hermoso catalogo de la campaña que nuestros imaginativos políticos han lanzado (sin duda después de calzarse el imprescindible braguero), con el original título de “Murcia no typical”.
Dicho prototipo es: hombre de mediana edad, en el extremo de una juventud que procura alargar por todos los medios, alto y no mal parecido, de pelo ensortijado por la permanente rizosa, adobada con brillantina tipo “Los Tarantos”; ademan resuelto, desafiante y voz estentórea que exhibe a la menor ocasión, intercalando sonoros tacos y alguna blasfemia de menor cuantía; camiseta de tirantes con dibujos fosforescentes que deja al aire unos hombros más grasientos que musculosos, con profusión de tatuajes de diferente estilo y color entre los que no faltan nombres de enamoradas: “Mi Paqui” o “Jenifer para siempre”. Unas gafas con cristales de espejo campean sobre el despejado frontal, acunadas y medio ocultas por la grasienta cabellera que en esa zona comienza a hacerse rala. Completan el atuendo pantalones cortos tipo chándal, y unas chanclas gomosas, de tiras, que producen sonoros castañeos durante el grácil caminar. Puede vérsele a media mañana apostado en los chiringuitos playeros, con un quinto que bebe a morro en compañía de otros colegas de similar pelaje, discutiendo a gritos temas de notable relevancia que incluyen los resultados del futbol, la ultima chorrada del algún programa de entrepierna o la salida nocturna de la jornada anterior donde alguno de los colegas cogió una castaña cuyos despropósitos pasarán a formar parte del archivo memorístico de la alegre pandilla.
Nuestro entrañable prototipo sigue con mirada lasciva y entrenada cualquier moza de mediano buen ver que caiga en su zona de influencia al tiempo que le dedica ingeniosos epítetos acuñados por la más ramplona estupidez, lugares comunes miles de veces repetidos por él y sus ingeniosos colegas.
Sin duda habrán reconocido todos ustedes al espécimen en cuestión, y por ser bien privativo de nuestro país, y proliferar especialmente de nuestra afortunada región, no dudo que han de apoyarme en la inminente campaña para proponerlo a nuestras inefables autoridades como Bien de Interés Cultural (BIC, junto al juego del caliche, el lanzamiento de huesos de oliva, el Cristo de Monteagudo y la ensalada de capellanes), que pienso iniciar el día menos pensado.
                     
¡Grazie mille!

14 comentarios:

  1. Algo oí sobre esa campaña estúpida y cerré los oídos; ahora, tras tus argumentos, abro los ojos y suscribo cualquier iniciativa que propongas.
    Besazos.

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  2. Muy interesante tu blog, desconocía ésto. Te sigo leyendo mientras cae la lluvia contra mi ventana.

    Abrazo

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    1. Pues me alegro, aqui seguiremos una temporada, mientras el cuerpo aguante y los lectores no huyan despavoridos. Me das una envidia tremenda, aqui hace ya muchos meses que no cae una gota. Un abrazo

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  3. Tu retrato, Mariano, está realizado con cámara digital y super alta definición. Pareciese que lo veo en ese chiringuito que nombras, en nuestro querido y contaminado Mar Chico (cambiando después al Mar Grande), con el codo apoyado en la barra, el culo escurrío, panza cervecera y la mirada scaneando culos, muslos y tetas, creo, al contrario que tú, que de cualquier ser viviente: unos para comparar y otros con lascivia.
    Creo que el BIC que propones es muy adecuado para el nivel cultural que poseemos. ¡A ver si ganamos algo, conyo ya! Como somos campeones en los otros deportes tan culturales, vamos a ver si conseguimos algo con este BIC (¡OJO! no se regala el bolígrafo ¿eh?).

    Una publicación excelsa, Mariano.

    Un abrazo.

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    1. Pos puede que tengas razón, Antonio. Iniciemos campaña y no nos acomplejemos con la barriguilla cervecera, que al final, se la van a comer los mismos. Un abrazo.

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  4. Genial retrato Mariano, de verdad parece que lo estoy viendo al especimen en cuestión, ay, y qué patéticos quedan, ni se dan cuenta.
    Si que se podría incluir como BIC, desde luego por aquí abundan, y no sólo en los chiringuitos de la playa, también en los bares de interior.

    Besos, muy buena entrada esta,

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    1. Pues ahi en tu tierra, se crian esos especimenes como setas (mejorando lo presente) Yo los colecciono entre Cabo Palos y La Ribera. Que te lo pases bien y cuidado con el pajaro, que les gusta picar en loos ojos. Un abrazo

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  5. A ese tio Mariano lo conozco yo....pero creo que lo vi con mitra y baculo.... ! creo que es el mismo ! ¿donde lo viste tú?

    Un abrazo Mariano. Me alegra el reencuentro.

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    1. Es que en bañador casi todos somos parecidos, Nicolás. Ese se vestia luego y era otra cosa. Lo que no le vi fue el báculo. Aqui estamos de nuevo, pa lo que haga falta.

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  6. Madre mia qué elemento!!!!! De dónde lo has sacado? Besos

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    1. Abundan mucho por la zona de la costa, pero solo en verano (por fortuna). En invierno se retraen.

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  7. Siempre me pones de buen humor.
    Qué prosa gozosa la tuya.
    Besazo (te lo mereces).

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  8. Pues me alegro Isabel, y me alegro mas de tu inmersion decidida en el estanque literario. suerte!

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