Siempre hay una piedra
quieta en el camino
esperando la patada de
un niño
para que la mueva a otro
lugar,
no muy distante, pero
distinto
al que estaba acostumbrándose.
Purificación Gil Fernández
No
conocí a ninguno de mis abuelos. En aquella época de posguerra era habitual.
Se los llevaban a edad temprana los avatares de la contienda, las penurias
posteriores o la simple precariedad de la vida cuya media era notablemente
inferior a la de nuestros días.
De
mis dos abuelos varones pocas cosas me quedaron, además de los recuerdos
cazados subrepticiamente en las conversaciones de mayores (entonces se hablaba
poco y con discreción de una época que todos tenían prisa por olvidar). Solo
pude recoger algunos objetos que me han acompañado a lo largo de los años: del
uno el capote de caza con que arrebujarme en los puestos de perdiz de la
finca que nos legó, un bastón de espino con sus iniciales grabadas a navaja y
las obras completas de Sir Arthur Conan Doyle encuadernadas primorosamente,
con sus iniciales en el lomo, a partir de los folletones semanales de
literatura de cordel.
Del
otro abuelo, unas antiparras de cristales redondos, frágiles, de miope extremo;
un arco de violín desvencijado de crines sueltas hermano de una caja de
colofonia ya en las últimas, y varios lápices de puntas enfrentadas, una roja y
otra azul, con los que anotaba los márgenes de sus partituras.
Son
objetos entrañables que me han ligado de forma imaginaria con mis ancestros, a
través de los cuales he reconstruido sus figuras, y desarrollado algunas
aficiones que me han acompañado hasta hoy: con Sherlok Holmes me entrené en la
lectura, un hábito que me ha proporcionado innumerables satisfacciones. El
gusto por las aventuras montaraces de ese abuelo acabó cuando descubrí que yo era
incapaz de acertarle, con un arma, a una tapia aunque estuviera situada a un
metro de distancia; que del campo únicamente me interesaba lo bucólico y
solitario que resulta en ocasiones; de las jornadas campesinas, solo recuerdo
con agrado las exquisitas gachasmigas, imprescindibles en las partidas de caza.
Del
abuelo violinista heredé, con el arco de crines al viento, el gusto por la
música, el afán de las anotaciones minuciosas, la admiración por las coristas y
algún resto de sensibilidad para el trato con mis semejantes.
*
En
nuestros días nada permanece ni se trasmite, todo se adquiere ex novo y
a ser posible de un solo uso, como los pañuelos de papel que han sustituido a
aquellos llenos de personalidad, de arabescas iniciales bordadas, que se
hundían en la calidez de la entrepierna después de la mocarrada. Como si los
pequeños objetos, ‘las pequeñas cosas’ que decía Serrat, hayan perdido su
significado, se hayan vuelto irrelevantes y a nadie interesen. Se ha perdido el
interés por la relación con el pasado, que se evita como algo nefasto. Los
recuerdos de los abuelos se relegan a algún rincón olvidado, cuando no se hace
de ellos almoneda en un presuroso cambio de domicilio. Han pasado a ser
irrelevantes, como la piedra que el niño golpea con su bota desdentada en el
hermoso poema de Purificación Gil que encabeza estas líneas.
Me
temo que ninguno de mis descendientes de segunda generación sienta el menor
interés por cualquiera de los pequeños objetos míos que les puedan llegar a las
manos. Quizás porque las condiciones de vida de que disfrutamos nos han
permitido mantener el contacto durante un tiempo suficiente, y ello hace
innecesario el culto de esas pequeñas cosas imperecederas que se
conservan como reliquias, a través de las cuales nos veíamos obligados a
reconstruir la personalidad de nuestros antepasados.
Las
piedras quietas del camino se han vuelto invisibles y ya nadie las golpeará.
Hola, Mariano. Me ha gustado mucho como todo lo tuyo. Me compré lo de el escorpión en el brazo y te confieso que todavía no lo he leído, pero es que compites con gente muy buena: Benedetti, Coetze, Padura. En fin, cuando lo lea. Mientras tanto, ganas de veros. Un abrazo desde bcn
ResponderEliminarGracias, pero como Unknown no te identifico y lo siento, no ando sobrado de lectores, ja ja.
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