Cuento con buenos amigos que se
preocupan en repoblar mi erial de conocimientos con valiosas aportaciones.
Marisa López Soria me obsequia con esta joya de libro, considerando acertadamente mi situación
de púber escritor:
Me apresuro a devorar la obra y en
el capitulo segundo tropiezo con un interesante desconocido: el Catoblepas, que
Vargas Llosa utiliza como metáfora del escritor que se alimenta de sus propias
vivencias, de la misma forma que, según el mito, el animal es capaz de devorarse
a sí mismo comenzando por sus pies.
Averiguo que el Catoblepas viene
descrito por primera vez en Plinio el Viejo hace ya unos dos mil años, y que lo
sitúa en Etiopía, cerca del nacimiento del río Nigricapo, probablemente -como
sugiere Cuvier- inspirado por el Basilisco y Las Gorgonas. Luego lo recogen
sucesivamente Claudio Eliano y Leonardo da Vinci, pero ninguno de ellos hace
mención a su afán por devorarse a sí mismo, lo que me conduce a la sospecha
precipitada de que tal cualidad sea un invento de Vargas Llosa.
La prudencia,
sin embargo, me hace profundizar en la investigación y llego, a través de Jorge Luis Borges y su Manual de Zoología Fantástica, a La Tentación de San Antonio
de Gustave Flaubert donde, efectivamente encuentro que la bestia le confiesa al
santo: con las mandíbulas entreabiertas,
arranco con la lengua las hierbas venenosas humedecidas por mi aliento. Una
vez, me devoré las patas sin advertirlo. Vargas Llosa, como no, tenía razón.
Así que ya saben, si cualquier
tarde apacible, paseando por la campiña de Etiopía, en la vega fértil del río
Nigricapo se encuentran con un herbívoro
del tamaño aproximado de un toro, con una gran melena, estrecho, con ojos
inyectados en sangre, escamas en la espalda, las cejas lanudas y la cabeza tan
pesada que tan sólo puede mirar hacia abajo, no se les ocurra mirarlo
directamente a los ojos, pues como le confesó al santo en su aparición: Nadie, Antonio, ha visto mis ojos, o
quienes los vieron han muerto. Si levantara mis párpados - rosados e hinchados
- te morirías en seguida.
Advertidos quedan gracias a Marisa.
Un excelente trabajo de investigación iniciado en una magnífica obra. Personalmente, algunas de las obras de Vargas Llosa no despiertan mi total entusiasmo, muchas de ellas, por el contrario me arrastran, con la potencia de su prosa, a mundos tan fabulosos que me envuelven entre sus palabras. Esta que te recomendó tu amiga Marisa es una de ellas. Y el recorrido que has realizado, Mariano, es tan interesante como importante.
ResponderEliminar¡TE DESEO UN AÑO 2'15 PLENO DE ARMONÍA, ENTUSIASMO, SALUD Y PAZ CON TODOS TUS SERES QUERIDOS!
Un abrazo, Mariano.
Gracias, Antonio. Que se cumplan tus deseos para ambos!
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