El ‘fecho catalán’[1] es tan
sensible que cualquier opinión manifestada públicamente tiene el peligro de
herir sensibilidades de una u otra banda, pero el silencio amordazado corre el
riesgo de parecer acomodaticio, o de inhibirse de una cuestión que afecta
(aunque sea con formas e intensidades diferentes) al conjunto de los habitantes
de este país. Serán pocos los que, fuera de Catalunya, no tengan un vínculo más
o menos cercano con habitantes de aquella región.
No creo que la separación de Cataluña del resto de
España sea una buena opción para ninguna de las partes. La mistificación
histórica sobre el origen de la ‘nación’ catalana ha hecho estragos entre los
descontentos. No se le puede exigir al común de la población que se conviertan
de historiadores de la noche a la mañana, pero sí se les debe pedir a los que
lo son, y a los políticos que procuran manipularlos, que contemplen la historia
con el desapasionamiento que se debe exigir a los profesionales. Las nefastas
políticas de los diferentes gobiernos nacionales, desde hace mucho tiempo, han
sido determinantes para crear este desafecto de una parte y de incomprensión
por la otra. La cesión de competencias que debían ser iguales para todos, como
la sanidad y la educación, han resultado catastróficas para tirios y troyanos.
Manipular a la población es cada vez más asequible a
los ‘lideres’ partidistas, sea cual fuere su intención (con demasiada frecuencia,
mantenerse en el macho y llenarse los bolsillos), por eso se cuidan de cercenar
arteramente elementos educativos como la filosofía, la literatura o la música.
Se completa la operación inventándose una historia paralela que roza lo
ridículo y nos hace un flaco favor a todos.
La cuestión de la semántica es irrelevante ¿Qué más
da ser nación, que reino, que principado? Lo único cierto es que componemos una
nación (España) con múltiples sensibilidades y diferencias que, lejos de
separarnos debían unirnos. A los del sur nos gusta viajar al norte y disfrutar
de su verdor envidiable y de su gastronomía exquisita, a los del norte o a los de Castilla les
gusta disfrutar de las playas del sur o del levante, y así sucesivamente.
Viajando nos enriquecemos unos y otros, y aprendemos a querernos y respetarnos.
Una cosa sorprende de estos últimos tiempos en los
que la situación se ha enconado: los gravísimos casos de corrupción en toda
España (donde incluyo de forma notoria a Catalunya), han pasado a tan segundo
término que parecen inexistentes, lo que podría inducir a algún malintencionado
a suponer que sea el ‘fecho de la independencia’ una espesísima cortina de humo
tras la que se oculten, con toda la corte de mangantes, el pope y su papisa.
Después de estas consideraciones (y de muchas otras
que el tema sugiere y la necesaria brevedad del texto impide), si hay un número
representativo de residentes en Catalunya (a determinar por un método legal)
que optan por el separatismo y por constituir la forma de gobierno que estimen
oportuna, previo pacto con ‘el país vecino’, que se fijen las condiciones legales
de esa secesión y que cada palo aguante su vela a partir de ese punto. Espero
que, concluido ese hipotético proceso, podamos seguir visitándonos, con los
documentos pertinentes y la moneda que corresponda, unos a otros como hasta ahora.
Claro que antes habría que solventar una serie de dudas
parecidas a las que yo expresaba en una entrada anterior (cuya lectura
recomiendo:
http://marianosanznavarro.blogspot.com.es/2017/08/algunas-dudas-que-necesito-aclarar-para.html),
y de muchas otras que seguro plantearán quienes de esto entienden lo
suficiente.
Dejo también este enlace del que se desprende que algunas afirmaciones hechas a la ligera por 'políticos' de relevancia son, simplemente, mentiras:
Un juez de paz no lo argumentaría mejor, muy acertado, como es habitual en ti....Salut
ResponderEliminarGracias, joven artista. A ambos nos duele Cataluña (y el resto de España). Un abrazo.
ResponderEliminarEn relación al articulo sobre las dudas del proceso y en relación a este...si, básicamente comparto el análisis así como los interrogantes. Me imagino a mi mismo viviendo en Cataluña y plantearía...¡quiero ver la hoja de ruta caballeros! Y desde un punto de vista objetivo, matemático y economico.
ResponderEliminarBalaperdida = Luis JAvier Portillo SAnz. Ya ni me acordaba de que este es mi nick
ResponderEliminarUn abrazete, bala.
EliminarTodo se resume a, queremos votar. Yo particularmente votaré que Sí, un Sí tan grande como la Catedral de Burgos, o la de Lleida. Pero no por odio a lo español. En absoluto: siempre he creído que los catalanes, incluidos los independentistas, queremos más a España que al contrario. Los afectos no se pueden pesar, pero sí los comentarios ofensivos, las fobias, esas cosas. Y pueden pasar dos cosas: que no se permita votar, lo cual no cerrará el tema, lógicamente, sino que sencillamente lo postergará (ya no viene de aquí... este tema está sobre la mesa desde 1640, hay cosas que no se olvidan). O que sí se permita. Y entonces escucharemos la voz de la gente y que sea lo que la gente diga. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarOtro para ti, Eastriver. Me remito a lo dicho, puede que tengamos suerte y el asunto, andando el tiempo, se resuelva con el menort daño posible. Creo que ese es un anhelo de los que tenemos un pie en Catalunya y otro fuera.
EliminarNo puedo estar más de acuerdo contigo Mariano. Y sí, un historiador, como cualquier otro científico, debe de ser lo más objetivo posible. A saber qué cosas se cuentan por ahí y cómo. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarOtro para ti, jesús. Me alegra verte por aquí.
EliminarTotalmente de acuerdo contigo lo que no estoy segura es si los que piden indenpendencia tendran respuesta a los interrogantes que planteas, yo no. Saludos.
ResponderEliminarEn menudo lío nos han metido entre tontos, sinvergüenzas y visionarios!
ResponderEliminarAcertado análisis!. Ante tanta incompetencia, manifestada sobradamente, d los políticos q ha propiciado este desaguisado es grato leer una visión racional. Un abrazo querido
ResponderEliminarAcertado análisis!. Ante tanta incompetencia, manifestada sobradamente, d los políticos q ha propiciado este desaguisado es grato leer una visión racional. Un abrazo querido
ResponderEliminarMuchas gracias, tu opinión me reconforta.
ResponderEliminarMira, Mariano, NUNCA, pero NUNCA, JAMÁS DE LOS JAMASES, hay que pedirle responsabilidades a un, mal llamado, servidor público PARA que no mienta: HAY QUE ECHARLE DE SU PUESTO. ¡Pero, coño, que está cobrando del dinero público!¡OJO! A unos y otros. Unos por tener los huevos regular de gordos y al otro por querer tenerlos de avestruz, posiblemente lo que es, un pavo con barba. ¡FUERA QUIENES SE ALIMENTAN DE LA IGNORANCIA Y BUENA VOLUNTAD DE LAS PERSONAS FUESE LO QUE LO QUE SEA LO QUE PIENSEN CADA CUAL!
ResponderEliminarAcabo de ver tu comentario (como siempre acertado) y no tengo mas remedio que estar de acuerdo contigo, sobre todo en lo referente a la recoba. Un abrazo, magister.
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