Volvemos a
las andadas: mismos perros, mismos collares (empleando el simil con todo
respeto), pero nadie carga con la culpa de repetir las elecciones, este es un
país en el que no existe la asunción de responsabilidad.
Por la
derecha, el viejo tronco ‘carcomido y polvoriento’, al que por muchas y
vergonzosas fisuras que le aparezcan, continúa sustentado por una sólida base
de estómagos agradecidos, puestos consolidados, corruptelas asqueantes, cajas
B, y nostálgicos de ideologías periclitadas. Los honrados peperos (que debe
haberlos en número considerable), han aprendido a mantener al unísono ‘vista a
la derecha’ y a ensanchar los estómagos. A sus pocos contestatarios se les ha
abierto una vía acomodaticia, disfrazada de derecha moderna, que les permite el
escape de una opción vergonzante.
Por el
centro-derecha se avecina el ave fénix de UPyD. Por lo menos tienen sello de
honestidad. Veremos que proponen…
Por la
izquierda (o centro-izquierda, vaya Ud. a saber), un Partido Socialista con los
peores resultados de su historia como único bagaje, se empeña en vendernos la
milonga de una regeneración en la que solo los ingenuos vocacionales pueden
creer. Para colmo, se le acaban de caer dos grandes popes acusados de presunta
prevaricación, por los que 'el súper', sin embargo, pone la mano en el fuego. Puede que salgan indemnes, pero el daño está hecho. El viejo
socialismo histórico -aquel del otro Iglesias-, enfermo terminal de una dignidad
desaparecida, puede que no supere las próximas elecciones.
PSOE Y PP huelen
a rancio con discursos anticuados y perseveran, incansables, en sus posiciones
decadentes, en sus líderes amortizados y en la trasnochada idea del
bipartidismo alternativo o de la gran coalición, a la que se agarra el
presidente en funciones como último salvavidas.
Más a la
izquierda, el anciano venerable PC, fagocitado repetidamente por otras opciones
‘mas actualizadas’, acabará definitivamente deglutido por Podemos. El partido
neonato al que nunca financió Venezuela, se desinfla a su vez, contaminado por
la detestable ‘casta’.
Al votante
de izquierda, perdida toda esperanza, le queda solo la abstención o el voto con
la pinza en la nariz.
Ya lo dijo el poeta: Quien duda existe. Sólo morir es ciencia.
ResponderEliminarCuando leo por tercera vez tu análisis,admirado escritor,me surgen nuevas dudas: Cuando hablas del ave fénix te refieres al Primo de Rivera II o a la casi extinta UPD? Es que lo del sello de hoestidad si te refieres a C'S a mí,me suena a cachondeo.Y,por otro lado,después de lo del CIS de ayer lo del desinfle de Podemos se ha quedado como obsoleto ¿ No te parece? Salud,amigo.
ResponderEliminarRespetado lector, entenderás que no entre en dialogo con perfiles anónimos. Por lo demás, te agradezco profundamente la visita que espero no sea la última.
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