—¿Somos o no somos,
Cacaseno?
—Sois,
sois, y habéis ganado, por lo cual te felicito, Juan. Hubiera preferido otra
cosa bien diferente, pero el pueblo soberano ha decidido y si esa es su
voluntad, la acepto de buen grado.
—Eso
quiere decir que no lo habrán hecho tan mal.
—No,
eso quiere decir que a la gente le da miedo el fantasma de la inestabilidad con
que los han amenazado y que prefiere unos dirigentes, por corruptos que sean,
que no amaguen con alterar el statu quo.
Preferimos vivir en el envilecimiento consentido que optar por un futuro
incierto. En cualquier caso, me someto honestamente a la decisión de la
mayoría, pero sí me importa (y no me gusta) tener un presidente obsoleto,
trasnochado y mentiroso que arropa a los corruptos con mensajes de móvil, que
ha propiciado los mayores recortes de la historia en sanidad y educación, que
ha amparado a los corruptos dotándolos de armadura parlamentaria, que ha
recortado los derechos sociales de los trabajadores hasta límites vergonzosos,
que ha popularizado los contratos por hora o por minutos, aunque prometa crear
medio millón de puestos de trabajo cada día.
—Tampoco
hay que exagerar, Cacaseno. El PP ha legislado contra la corrupción, ha tomado
medidas…más bien tendrías que preguntarte que han hecho los del PSOE para sacar
los peores resultados de su historia, porque hasta en Andalucía han perdido
votos.
—La
izquierda lo ha hecho mal, muy mal –interviene Fernández- y se lo tiene que
hacer mirar. Y suerte para el PSOE que no le ha adelantado Podemos con los
comunistas que si no, a estas horas estaban cavando la fosa.
—A mi
esa alianza nunca me pareció adecuada, y mira el resultado, juntos han sa cado
menos que por separado. Otro fiasco para alimento de peperos
—Ahora,
lo importante, Cacaseno es que se aten los machos unos y otros, se dejen de
tontás y enderecen el rumbo de esta nave que parece a punto de irse a pique. Y
que pacten todo lo que haya que pactar.
—Pues
no le veo yo la punta: Con el PP no quiere tratos nadie, salvo Ciudadanos, que
hacen como Salomé si quieren que baile, y eso sería si los demás se abstienen
en segunda vuelta. Pedro Sánchez tampoco tiene apoyos suficientes si no es con
Podemos y reclutando a los pequeños. Los 176 no salen por ningún lado. El
asunto está complicado y gobernar en minoría en estos tiempos…
—Podría
ser una solución si el PP se atreve, -dice el Dr. Mateo que permanecía en su
habitual y educado mutismo-. Volvemos a las dos Españas, la mitad enemiga feroz
de la otra mitad. Y si podemos hacernos daño, mejor. Hasta que solo sobrevivan
los que piensan como nosotros. Francamente, me da pena ver a donde nos ha
llevado esta política perversa.
—No
es perversa la política, somos los hombres que la hacemos así, y sobre todo los
políticos profesionales, esos que debutan en el partido de jovencicos y ya no
salen de él nunca. Viven en una burbuja irreal obedeciendo a ‘la voz de su amo’
en la actitud genuflexa de ‘dame pan y dime tonto’.
—Pues
vaya un porvenir.
—Vaya.