Cuando llegamos al Hogar del
Pensionista, el Cacaseno ya llevaba un buen rato estudiando el periódico (si
dispone de tiempo, el Cacaseno parece que quiera memorizar el diario a juzgar
por el deleite con que se detiene en cada una de sus páginas), y al parecer, no
estaba nada satisfecho con su estudio. Fernández, el provocador, atacó
enseguida:
—No te veo muy conforme esta mañana
con las noticias, ¿Qué peje pillamos?
—Déjate de latinajos que no está el
horno para bollos, Fernández.
—No son latinajos, sino una frase
del Quijote, pero si te molesta, la retiro.
—Ni me molesta ni me deja de
molestar, lo que pasa es que abro el periódico y me dan ganas de hacer como mi
sobrino, que se ha ido a vivir a Polonia.
—Leches, ¿y que ibas a hacer tú en
Polonia, aparte de pasar frío?
—Pues no ver las desdichas a que
estamos llegando en este país: los trabajos cada vez más precarios, los
derechos de los trabajadores reducidos a la mínima expresión, los raperos en la
cárcel por cantar unas coplillas que alguien considera ofensivas; los colegios
que segregan a chicos y chicas, y encima subvencionados, la banca y los ricos
cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Las autopistas
deficitarias a subasta para que las cojan otra vez las mismas empresas pero
esta vez libres de polvo y paja. Y a los jubilados nos dicen que vamos que
chutamos con un aumento del 0,25% mientras los políticos nacionales se suben el
7% y cobran por dos o tres sitios. Un desastre. Porque no son tiempos de revoluciones
que si no me tiraba al monte a pesar de mi cojera.
—Co…! Cacaseno, no has dejado
títere con cabeza –apunta Juan de la Cirila- los números y la comunidad
internacional no dicen eso, España está saliendo de la crisis, lo reconoce todo
el mundo en Europa.
—Estarán saliendo los ricos, porque
nosotros cada vez estamos más exhaustos, y el que más y el que menos tiene que
acudir en auxilio de los hijos y los nietos. No te digo nada a nivel regional,
el Mar Menor más muerto que vivo, el aeropuerto de Corvera diez años mareando
la perdiz y veremos a ver cuándo se abre y si es rentable o no, el Ave tiene a
los vecinos de Santiago en pie de guerra con la leche de la pasarela y las
metralletas…para qué seguir. Y lo único que se les ocurre a nuestros dirigentes
es emplear las pocas perras que han dejado los chorizos de la caja B, en
comprar tanques Leopoldo a 100M. de euros cada uno para llevarlos a Letonia y
meterle miedo a Putin. Tócate!
—Por lo menos estarás de acuerdo
con la huelga y la manifestación feminista, a ti que tanto te gusta ver a la
gente protestando en la calle.
—Pues mira, sí, muy contento de que
las mujeres ocupen de una vez el puesto que les corresponde, y también de que
los pensionistas hayamos salido en manifestación a reclamar lo que es nuestro y
nos lo están hurtando.
—¿Ves como no todo es malo?
Tenemos, por lo menos, libertad de protesta.
—¡Hay que joderse!