Me afea Fernández el poco respeto con que trato a los
políticos en uno de los articulillos que cuelgo en este blog:
(http://marianosanznavarro.blogspot.com.es/2015/12/papa-quiero-ser-politico.html),
aunque coincide en la mediocridad de que hacen gala la mayoría de ellos. Opina
que la clase política, en general y la nuestra en particular, se ha venido
degradando desde épocas pasadas.
—Todos recordamos con añoranza aquellos personajes
legendarios, de sólida formación, pétreo carácter y enorme habilidad
parlamentaria, que los convirtieron en hitos difíciles de emular. Son estos,
tiempos de políticos de chichinabo que comienzan su carrera en los escalones más
bajos, van escalando hasta convertirse en imprescindibles, sin más meritos que
una fidelidad perruna al partido (que no a las ideas) y un besuqueo inmoral a
la mano que los alimenta. Y no te digo nada de los sinvergüenzas que acuden a
la política para llevarse las perras de todos a manos llenas, mediante
proyectos megalómanos que ponen en circulación millones de euros. De los
cuales, una parte se desvía a bolsillos cómplices. Ya sabes que el agua, por
donde pasa, moja.
—No negaré la mayor, sin embargo piensa, querido
amigo, lo difícil que debe ser, en estos tiempos de insegura tribulación,
dentro de un ‘aparato’, mostrar ideas diferentes o abiertamente disconformes
cuando tu pan cotidiano y el de tus hijos depende de la flexibilidad de tu
tronco. Lo primero es lo primero. La
dignidad y las ideas propias –no digo ya criticas- son cosas que hay que
reducir al ámbito domestico o a la tertulia de íntimos. Incluso las lenguas
periféricas han de hablarse en la intimidad. Como tú, como todos, conozco a un
gran número de personas de solida formación y principios admirables que serían magníficos
dirigentes, pero ¿crees que alguno de ellos estaría interesado en formar parte
de eso que llamamos ‘clase política’? Deberíamos hacer la reflexión oportuna, puede
que la zorra esté al cuidado de las gallinas por dejadez nuestra.
—Puede.
Me quedo con tus alusiones tan populares como imaginativas: Chichinabos.
ResponderEliminarFidelidad perruna.
El agua, por donde pasa, moja.
El pan de tus hijos depende de la flexibilidad de tu tronco.
La zorra al cuidado de las gallinas.
Un abrazo.