Sin paliativos es la de los
integrantes de la familia Pujol, especialmente la del ‘capo’ que amenaza con
apagar el sonotone como si eso fuera a causarnos algún disgusto, y mayor –si es
que en esto de la desfachatez hubieran gradaciones- la de su señora que,
confundiendo el culo con las témporas, dice cuando se le pregunta por la
fortuna de su familia que no tienen un duro y que ‘esto no se le hace a
Cataluña’, como si Cataluña fuera ella y su familia; algo parecido a los
tiempos en que el Rey Sol soñaba que el Estado era él. ¿Hasta qué grado de
insensibilidad social, de arrogancia y de frescura han llegado estos personajes
para creerse por encima del bien y del mal, y pensar que sus conciudadanos no
son otra cosa que marionetas cuyos destinos deben dirigir y cuyos dineros deben
administrar a su antojo -quedándose con un substancioso porcentaje- para
engrosar sus cuentas de Andorra y otros paraísos fiscales?
Las comparecencias del Sr. Pujol
–antes ‘molt honorable’- han sido vergonzosas y uno no se explica cómo los
parlamentarios han permitido semejante muestra de desfachatez sin llamarle lo
que está en la mente de todos: ‘fresco y sinvergüenza’, sencilla y llanamente.
Nos queda la esperanza –relativa-
de que la justicia, más tarde que pronto como es habitual, acabe desenredando
el entramado de corrupciones y sinvergonzonerías de la familia y poniéndolos
donde les corresponda.
Pero, además de confiar en los
mecanismos del Estado de Derecho en el que creemos vivir, el ciudadano medio, a
pesar de su sensibilidad cauterizada por tantos casos de corrupción vistos en
los últimos años, se queda perplejo preguntándose qué catadura moral será la de
esos individuos capaces de permanecer al frente de un pueblo como el catalán,
alardeando de bonhomía, acusando al resto del país de anti catalanista cuando
se cuestionaban las acciones de Banca Catalana o los despropósitos del Palau, o
tantos otros, mientras los miembros del clan viajaban al país vecino llevándose
las bolsas de billetes de todos nosotros ante la total pasividad y el aplauso
babeante de sus colaboradores.
Y el mismo ciudadano medio sigue
cuestionándose si no es desfachatez de los políticos (de uno y otro lado, que
en ciertas cuestiones están sospechosamente de acuerdo) que no se modifique la
ley electoral para que podamos elegir en listas abiertas; que existan cinco
circunscripciones electorales en nuestra región murciana, con lo que ello
supone de pérdida de votos para los partidos minoritarios; que no se limiten
los mandatos a dos legislaturas como en el resto del orbe civilizado; o que el
presidente de Gobierno se permita afear a otros el incumplimiento de su
programa electoral cuando el acusador tiene un brillante currículo en ese menester.
Quizás la desfachatez ha tomado el
poder definitivamente, y no solo en Cataluña.
Mucho tiempo sin pasar por tu blog. Compruebo que sigues escribiendo verdades como puños.
ResponderEliminarSigue escribiendo así.
Saludos
Joker
gracias por pasarte por aquí, amigo Joker. Siempre eres bienvenido. Un abrazo.
EliminarEstando, como lo estoy, de acuerdo con tus palabras, Mariano, al fin y al cabo se trata de una familia que al amparo de su información privilegiada y su poder político ha realizado tropelías sin nombre. Una familia. Pero, Mariano, las verdaderas maldades hacia los españoles provienen de esa inmensa mafia, ese motor perfectamente engrasado, que es el partido que tenemos la desgracia de soportar. ¿Cómo e sposible que se niegue información a un juez? ¿Por qué se ha establecido un pacto de absoluto silencio para que los chorizos, con chorreras, de Blesa, Rato y compañía, se olviden por siempre jamás en la podredumbre de miles de millones de €? ¿Cómo se puede admitir que gobernantes de comunidades completas se encuentren en el quicio de una cárcle que no les llega porque han sabido zafarse muy bien... "como desde siempre lo hacen,,,"? ¿A quien van a ayudar o a cambiar cuando ganen las elecciones? ¿Creen que los españoles les ríen la gracia? Las sinvergüenzas ramificaciones de una familia y su viajes a las zonas de "capital privado", donde se empadronan los deportistas de élite, no se olvide esto jamás por cuanto les toca de defraudadores, y las herencias que crecen sin tocarlas de los bancos, como el todavía actual alcalde de Murcia que ha vivido años del aire o del presidente de la Comunidad que hace trece años que no ha tocado ni un € de las cuentas en las que le ingresamos la nómina, son de una poca dignidad que asusta. Ahora falta ahondar en el entramado que s eha realizado sobre el cortijo que creen poseer, con Valencia a la cabeza como mascarón de proa de una ciudad de las Ciencias y las Artes que, además de ser minoritaria, es la sacabarrigas de la que sí la posee bien gorda.La pregunta ganadora es: ¿Merece el pueblo español a Pujoles, Blesitas, Raticos, Riticas, Campitos, Vaalacárcelitos, y demás rabos que marchan tars ellos recogiendo las migajas que arrojan con su arrogancia y desprecio?
ResponderEliminarUn abrazo, Mariano.
Amanecerá dios y medrar hemos, amigo Antonio.
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