Asistí a la conferencia de la Dra. Maite Mendioroz propiciada por
el foro Nueva Murcia dentro del programa que coordina con acierto Ricardo de
Prado. El tema, tan interesante como
universal, fue expuesto con un rigor y sencillez que mantuvo abducida la
atención del numeroso público asistente durante su desarrollo. Pudimos
enterarnos de la cronología de la enfermedad de Alzheimer, que no es solo una
afección de viejos; de la aparición de la “basura” orgánica que dificulta la
transmisión sináptica; del papel determinante que en ella tienen las proteínas
aminoides y kao, y de otras muchas cosas que imagino ignoradas por buena parte
de los asistentes hasta ese momento. En las preguntas surgidas en el
posterior coloquio, la Dra. Mendioroz se lamentaba de que la dotación
presupuestaria, sobre todo en lo referente a recursos humanos, fuera tan
cicatera que dificultaba en buena medida el avance de las investigaciones de su
equipo en la Universidad de Navarra.
Con el buen regusto de lo escuchado en el magnífico marco del
patio del Casino, a pesar de lo apuntado en la última parte, echo un vistazo a
uno de los periódicos locales y me encuentro con un artículo de Gerónimo
Tristante -ágil e incisivo, como suyo- en el que proporciona merecido varapalo
a las instituciones regionales -las
tilda de “ trileros que se han ganado a pulso el desprestigio de que
disfrutan”-, cuya mala gestión ha quedado patente en el asunto del tren
híbrido que ahora se empeñan en demonizar arteramente, contraponiéndole en la
balanza no sé cuántos Aves ilusorios de que íbamos a disponer no se sabe cuándo.
Como si fuéramos tontos velazqueños.
Uno recuerda el final de la conferencia de la doctora Mendioroz y
le acuden a las mientes la interminable lista de proyectos fallidos de este
gobierno regional (Autovía del bancal, Paramount Chanel, Aeropuerto de Corvera,
Murcia is diferent, rehabilitación del barrio de La Paz, yacimiento de San
Esteban, etc.), vuelve al artículo de Tristante: -“Este gobierno regional lleva
años retirando dinero de la escuela y la sanidad públicas, de la dependencia,
de las dotaciones en seguridad ….para meterlo en proyectos de ninguna utilidad,
mastodónticos y con empresarios amiguetes”-, y se imagina un mundo ilusorio
donde los políticos de semejante calaña estuvieran condenados a galeras de por
vida -con pena accesoria y regular de látigo de nueve colas-, mientras que los buenos -que debe haberlos en
algún sitio-, se mantuvieran permanentemente atentos a proyectos de
investigación, educación, sanidad, etc., atendiendo a las verdaderas
necesidades de la población y no a las estrategias partidarias de sus encorsetados
“aparatos” y de sus avispados conseguidores. Puede que sea cuestión de votos.
¡Hola Mariano! Muy interesante la entrada. Te felicito por tu trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo y muy buena semana.
Gracias, Lourdes, cuanto bueno por aquí. Si te gustan los vampitos, tengo un libro de cuentos que habla algo de ellos. Un abrazo transoceánico.
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