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martes, 18 de abril de 2017

EL FIN DE LA PASCUA

Ha terminado por fin la semana santa y cada mochuelo vuelve a su olivo, menos en mi Comunidad Autónoma, que comienza otras fiestas de corte más regional y populachero donde se trocan caramelos por longanizas y morcillas, o pitos y balones. Apoteosis de pseudo disfraces campesinos con final etílico, y de hachones sardineros alumbrando mitologías de cartón piedra.
Durante una semana, las procesiones han invadido calles y plazas en este sur ‘tradicional’ y folclórico-religioso. Las leyendas de hace dos mil años, en forma de estatuas y relicarios, han desfilado a hombros de abnegados penitentes, escoltados de elegantes ‘manolas’, de representante políticos y de las fuerzas del orden, que para eso están, aunque sea a media asta. Las flores han perfumado calles y avenidas, las músicas con sordina, los pitos burlescos y los tambores, han emocionado corazones. Los nazarenos han acumulado un año más a su lista procesional como si se tratara de un mérito que los años incrementan. Puede que una vía de salvación eterna sea la perseverancia procesionaria. Por probar que no quede.
Los objetores pasionarios, ante la avalancha de piedad popular han marchado a la playa o a la montaña, guardando un respetuoso silencio ante la España procesional. Enfrentarse a la inquisición, siquiera de opinión, puede resultar peligroso cuando los espíritus están poseídos de fe tan viva y tan segura de la verdad. Los legionarios han hecho sus demostraciones de habilidad armamentística concitando la admiración y el aplauso del respetable, incluso llevando muestras de su maestría ante unos niños que no sé si entenderían bien lo del ‘novio de la muerte’, que decía el tuerto-manco. Se ha echado de menos a la cabra.

En cualquier caso, la convivencia –salvo contadas excepciones que confirman la regla- ha sobrevivido un año más. Por fortuna, hay espacio para todos y cada uno.

6 comentarios:

  1. "...guardando un respetuoso silencio..." Muy fino.

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  2. Estoy de acuerdo contigo, Mariano, «Enfrentarse a la inquisición, siquiera de opinión, puede resultar peligroso cuando los espíritus están poseídos de fe tan viva y tan segura de la verdad».

    Y, además, me gusta cómo dices las cosas: «abonico».

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  3. Gracias, Pepe. Lo de 'abonico', ya sabes, es cuestión de fijarse...

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