A ver si nos aclaramos con el
Aeropuerto de Corvera, porque el asunto me está haciendo sospechar que soy más
tonto de lo que venía admitiendo hasta ahora.
En un periódico de 1935, que el
Sr. Valcárcel, -bien conocido por sus dotes de politólogo- mostró en días
pasados a los miembros de la Asamblea Regional, se hablaba de instalar un
aeropuerto en las cercanías de Corvera. Habrá que suponer, dado el escaso
desarrollo de la aviación civil por aquellas épocas que el asunto se trataba de
la misma forma con que Julio Verne hablaba de los viajes a la luna.
Sea como fuere, al amparo de los
militares de San Javier que eran los únicos, -además de las gaviotas-, capaces
de levantar el vuelo por entonces, el 20 de julio de 1964 se abrió al tráfico
civil el Aeropuerto de San Javier. Como la gran mayoría de murcianos sabemos
por haber hecho uso de sus servicios en alguna ocasión, era un aeropuerto de
bolsillo, modesto como correspondía a nuestras necesidades y posibilidades,
pero eficaz y rentable, una especie de “aeropuerto de cercanías”. Para empresas
más ambiciosas, teníamos casi a igual distancia y mejor comunicación el de
Alicante. Antes de que el fraccionamiento regional se pusiera en marcha, no
recuerdo que nadie se sintiera disminuido en su orgullo autonómico por tener
que ir a embarcar a la comunidad vecina. Aquello de “Murcia sur”, que decía la
propaganda de los operadores, era una tontuna como tantas otras y, a mi modesto
entender, la misma categoría imprime el haber nacido en Murcia que en Alicante
o en Argamasilla de Alba. Lo que siempre echamos de menos es que nuestros
dirigentes hubieran tenido la “pesquis” de organizar un buen servicio de
lanzaderas que hicieran los viajes al Altet menos penosos. Con muy pocas perras
hubiéramos tenido a mano un aeropuerto de primera. Y no me consta que a nadie
le pregunten en Alicante a qué Comunidad Autónoma pertenece antes de embarcar.
Pero llegaron las vacas gordas y
al socaire de la burbuja, los ladrillos y el afán megalómano de algunos malos
políticos, cada alcalde de pueblo quiso tener su aeropuerto. Y Murcia no fue
una excepción. Al tiempo que se ampliaba de forma desmedida el de Alicante
esperando llegar a los tres millones de visitantes, se proyectó el de Corvera mientras
se duplicaba el de San Javier. Tres aeropuertos en un radio de 40 Km.
Naturalmente, el disparate dio
sus frutos emponzoñados. Ahora nos encontramos un aeropuerto en San Javier con
dos pistas y unas magnificas instalaciones que incluyen una moderna torre de
control, valorado todo ello en unos 60 millones de euros, un aeropuerto en
Corvera -terminado y sin que se sepa muy bien a quien pertenece por el momento-,
que tiene todo el aspecto de ser deficitario para siempre aún en el caso de que
San Javier cierre. Y el de Alicante que, a un tiro de piedra, sigue ofreciendo
una enorme panoplia de vuelos internacionales.
¿Cuál es la solución para Corvera?
¿De donde van a salir los dos millones de pasajeros al año que se preveían? ¿Es
que va a cerrar también Alicante al tiempo que San Javier? Según todas las promesas, Corvera debería estar ya abierto, pero ¿Cuándo será
ese día?
El tiempo lo dirá. Voy a hacer un
esfuerzo por llegar a verlo, pero no tengo mucha esperanza, la verdad.
Este artículo se publicó en Vegamediapress el 06.11.2013
Este artículo se publicó en Vegamediapress el 06.11.2013
Si el de Fabra era para pasear, el de Valcárcel será para patear... lo.
ResponderEliminarMuy aguda, como siempre, María Luisa.
ResponderEliminarYo añadiría, Mariano, que estos políticos del PP siempre tuvieron proyectos faraónicos, amén de vivir en la Luna, como bien dices. El problema es que tanto en la bonanza como en la crisis, la opsición tendría que haber estado más atenta y denunciar, hasta quedarse sin voz, el despiporre de esta gente.
Claro está que lo que querían era dejar su impronta, y desde luego que lo han conseguido, pero a costa del dinero de los contribuyentes que, en el caso del aeropuerto de Corvera, pagaremos todos los murcianos, con más recortes, sudor y lágrimas ¿o acaso lo dudabas?
Un abrazo
Pues mira, Mariano, ¡y yo que tengo ganas de hacer un vuelo con el avión de "aterriza como puedas" de Jim Abrahams, David Zucker, Jerry Zucker, 1980. Obérvese que se necesitaron tres directores para tal engendro, algo similar a los artífices de las pistas de paseo por valor de unos 200 millones de € (que según los chupacharcos politiqueros de turno "... jamás pagarán los murcianos...!). Mira Mariano, hablemos de otros políticos y otras cabezas que no sean similares a los culos que tienen algunos en intercambio fisiológico de transformación profunda. Mi gran preocupación en este momento es si será inaugurado, como su homólogo castellonense, por obispo o cardenal. Tiene mucha enjundia este detalle... porque el pasillo aéreo que poseen los aviones, que deben dejar libre la totalidad del espacio aéreo de las bases de Alcantarilla y San Javier, es de unos metros de anchura. El culo pensante que estudió estos detalles, sometidos a la OTAN, ni lo pensó. Hizo como el Calatrava con el puente del Reina Sofía: ¿no queréis un puente? Pues ahí lo tenéis. ¡Oye, oye...! ¿Y los peatones? No. no, los peatones no pasan por los puentes pasan por las pasarelas: concededme una que la haré como los churros, léase Bilbao y otras ciudades, con cristales muy resbaladizos y en paz...¡Chorizos saltaciecas impresentables!
ResponderEliminarUn abrazo, Mariano.