Seguidores

martes, 13 de mayo de 2014

DESPEDIDA Y CIERRE (POR AHORA)


Acaba este blog de sobrepasar las 100.000 visitas. Esta o cualquier otra reflexión podría hacerse a las noventa mil y pico o a las cien mil y algo, aunque parece que los números redondos constituyen referencias de superior rotundidad y a ellas procuramos atenernos. En cualquier caso, son muchas visitas para un  blog de modesta factura como este en un periodo relativamente corto. Uno, que es proclive a sacar pecho sin demasiado fundamento, corre el mismo peligro que le acechaba al mozuelo ayudante de Maese Pedro cuando desplegaba su retablo ante D. Quijote y el resto de la distinguida concurrencia. El Quijote virtual que llevo instalado en la oreja, me ha susurrado igual que entonces “Llaneza, muchacho, no te encumbres que toda afectación es mala”.
Uno de mis cuñados, llegada la época de Semana Santa, comienza una dura cuarentena durante la que se priva de alcohol y tabaco. Dice haber heredado tan sabia practica se sus ancestros que la llevaron a rajatabla a lo largo de su vida, logrando con esta receta prolongarla hasta edades venerables. Pasado el periodo penitencial, el hombre vuelve a la carga con renovados bríos.
Sea por las indicaciones de mi donquijote particular o por las siempre acertadas recomendaciones de mi cuñado, he decidido aplicar parecida terapia a mi adicción bloguera, interrumpiendo las publicaciones hasta que el sosiego contemplativo que recomendaban mis maestros budistas vuelva a inundar mi corazón de saludable modestia.
Así pues, me despido de todos vosotros (no cometeré la flagrante estupidez de citaros a las que ya estáis incluidas en el genérico) agradeciéndoos de todo corazón el cobijo que a mis palabras habéis dado en los vuestros.
Me queda pedir sinceras excusas a cualquiera que haya podido sentirse herido o molesto por alguno de mis comentarios que no siempre tienen la elegancia con que mi imaginación los ha concebido. Sigo fracasando en el empeño de decir lo que debo con la finura que quisiera.
Un abrazo para todos y cada uno de vosotros, hasta que la fortuna vuelva a reunirnos.




martes, 6 de mayo de 2014

¿ELECCIONES?

Cuatro años a nuestra edad son muchos años, tantos que en cada periodo electoral uno piensa, inevitablemente, si será la última ocasión en que pueda participar. Cuando se avecinan elecciones, aunque sean europeas, la tertulia del Hogar del Pensionista se pone que arde.
–Tanto que hemos peleado para poder votar y ahora se me han quitado las ganas, dice el Cacaseno, siempre ácrata. No tengo ganas de dar mi voto, que es lo único que tengo, a ninguno de esta pandilla de flojos aprovechados que solo quieren tocar teta europea para poder exprimirla.
–Pero hombre, tío Cacaseno –tercia Fernández- la única forma de hacernos visibles, en democracia, es participando, manifestando nuestra postura, haciendo que se nos oiga.
–Mira que eres infeliz, Fernández, a estas alturas aún no te has dado cuenta de que se ríen de ti y de tu voto. ¿Sabes a lo único que colaboras con él? Pues a que les den el dinero correspondiente al partido que votes. Por cada voto, perras son, como en San Antón. ¿Para qué sirven los programas electorales de unos y otros? ¿Has visto a alguno que los cumpla una vez que se han alzado con el mochuelo? Lo que hacen es lo mismo que hacíamos nosotros de mozos, prometer hasta meter y una vez que se ha metido, olvidar lo prometido.
–Como va a ser eso así, -dice el tío Juan de la Cirila que cojea del pié derecho- gana el que tiene que ganar, la mayoría moderada, los que no queremos desordenes ni algaradas callejeras, los que queremos que nos gobiernen como Dios manda. Yo sí que pienso votar, y ya sabéis a quien.
Lo de las algaradas nos ha dejado fuera de juego, así es que, porque haya paz, rebajamos el tono de la conversación, que nos estaba subiendo el colesterol.
–Bueno, pues yo pienso votar cuando me toque, aunque sea en blanco, pero votar, voto.
–Pues mira lo que te digo, Cacaseno, he defendido a capa y espada esa opción, porque me parece que es una ocasión sagrada de manifestarme como ciudadano de pleno derecho e indicar que no me gustan ni unos ni otros, pero tal como están las cosas, estoy planteándome seriamente no acudir a votar.

–Yo prefiero antes que eso, poner en mi papeleta “chorisossssss”.
–Pues que sepas que eso es un voto nulo y de tu “chorisosssssss” no se va a enterar nadie. Mejor dejar las urnas desiertas, como recomendaba Saramago. Que se gobiernen a sí mismos, nosotros ya nos apañaremos. Volvamos a la época de la guerra contra los franceses en la que cada alcalde decidía como si fuera el jefe de la nación.
–¡Leches!, pues estamos atrapados.
–Ya te digo.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger... http://programalaesfera.blogspot.com.es/2012/07/el-ventanuco.html?spref=fb