—Te
contaré uno de mucho tiempo atrás, de cuando los moros no habían llegado todavía,
la historia de una mujer guerrera.
—¿En
España?
—No,
en un país lejano, al otro lado del mar, Inglaterra, que entonces se llamaba
Britania. Los romanos, dueños del Mediterráneo se propusieron conquistarla en
el siglo primero de la Era Común.
—¿Y
por qué querían conquistarla?
—Porque
los romanos basaban su imperio en la conquista, cuantos más países
conquistaban, más ricos se hacían.
—¿Por
qué los llamaban romanos?
—Porque
Roma era la capital de su Imperio.
—Era
un Imperio muy grande?
—De
los más grande que han existido, en tiempos de Boadicea abarcaba el Mediterraneo
y media Europa.
—¿Y qué
pasó con Boadicea?
—Era
la esposa de un caudillo de las tribus que habitaban Germania y se opusieron a
la invasión romana. Les presentó batalla y fue derrotado y muerto. Se llamaba Prasutago.
Arrasaron las aldeas, sometieron a esclavitud a los supervivientes e hicieron
tropelías con las mujeres.
Boadicea
comprendió que una sola tribu tenía escasas probabilidades de enfrentarse con
el poderoso ejército llegado del otro lado del mar. Convenció a los jefes de
otras tribus para que dejaran de pelear entre ellos y se unieran para presentar
batalla a los invasores.
—¿Una
mujer sola?
—Sí,
era una mujer valiente.
—¿Y
ganaron?
—Sí,
ganaron, pero…
—Cuenta,
cuenta.
—Ganaron
el primer combate, y el segundo, y el tercero, llegaron hasta la base principal
de los romanos, Londugnum —que ahora se llama Londres— y la arrasaron, pero…
—Ay
abuelo, siempre hay un pero…
—La
historia es así.
—Bueno,
sigue.
—Los
romanos, que no estaban acostumbrados a que los derrotaran, se lo tomaron muy a
mal y encargaron a uno de sus generales famosos, Quinto Petilio Cerial, que
organizara un ejército formidable para luchar contra Boadicea. Así fue como la
derrotaron.
—Mecachis.
—Ahora
una pregunta: ¿Qué sabemos de Boadicea? ¿Cómo te imaginas que esa historia ha llegado
hasta nosotros?
—No
sé, ¿en los libros?
—Los
britanos no tenían escritura, o muy poca. La historia la escribieron los
romanos, los vencedores escriben la
historia como les conviene.
—Quien
la escribió?
—Dos
historiadores romanos, muchos años después, Tácito y Dión Casio.
—¿Y de
dónde sacaron la historia de Boadicea?
—De
lo que les habían contado, y lo que convenía a la época en que ellos relataban
los hechos. A lo mejor Dion se copió de Tácito, los historiadores se nutren
unos de otros.
—Entonces,
¿cada uno escribe la historia como le parecee?
—Así
es, casi siempre.
—Pues
vaya.
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domingo, 16 de febrero de 2025
BOADICEA
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