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martes, 16 de agosto de 2016

PREGUNTAS


Me dijo un católico:
—¿Preguntas por el verdadero dios? ¿No sabes que solo hay uno, el creador de los cielos y la tierra como muy bien dice el Génesis, el primero y más importante de los libros sagrados? No busques más, todos los otros son falsos. Solo las tres hipóstasis, Padre, Hijo y Espíritu Santo son auténticas, como prueban innumerables testimonios y certifica la fe de más de mil millones de personas. ¿Tú crees que si no fueran verdaderos, podría equivocarse tanta gente al mismo tiempo?
Quedé bastante convencido, pero desde pequeño me aconsejaron no detenerme en las primeras matas. Pregunté a un judío.
—Que cuestión más absurda. ¿No sabes que solo hay un dios, cuyo nombre no debe pronunciarse jamás, al que llamamos Iahvé, el primero y más antiguo de todos, el que dio a Moisés las tablas de su ley en el monte Sinaí, el que nos escogió como su pueblo elegido y nos sacó de Egipto conduciéndonos a través del desierto hasta la tierra prometida? Más tarde, en época romana, los idolatras le inventaron un hijo, mitad dios y mitad hombre, pero eso son fantasías. Iahvé es el verdadero Dios, como muy bien dice la Toráh, único libro verdadero. Nuestra religión es sencilla, nos regimos por los 248 preceptos positivos y los 365 negativos, legado del Rabí Moshe ben Maimón. Somos pocos, en comparación con otras religiones, pero los mejores, los escogidos por Jehová.
Con dos opiniones contrapuestas, parecía conveniente acudir a una tercera fuente, así es que recabé la opinión de un musulmán.
—Solo hay un dios, Allah y un profeta, Mahoma, el último, el sello de todos los profetas. El Corán es el único libro verdadero, porque no fue escrito por hombre alguno sino por el arcángel Gabriel, inspirado directamente por Dios y trasladado a Mahoma, que lo cogió con su mano diestra, la reservada desde entonces a los menesteres más dignos. Judíos y cristianos están muy cerca de la verdad, pero fue necesario que viniera El Profeta para indicarnos el verdadero camino, desechar las prácticas idolatras de los anteriores y enseñarnos los hábitos profilácticos necesarios para alcanzar el Paraíso. Nosotros no necesitamos leyes humanas, porque el libro sagrado (que solo debe leerse en árabe) las contiene todas. Más de mil millones practicamos los Cinco Pilares del Islam y estamos en posesión de la única verdad.

El asunto no solamente no se aclaraba, si no que se complicaba cada vez más, así es que recurrí a un hindú.
—Dioses verdaderos hay muchos, busca en los antiguos vedas y los encontrarás. Dentro del hinduismo, todas las tendencias tienen cabida, hay ideologías politeístas, monoteístas y panteístas pero de forma general, se acepta una triada formada por Brahma, Visnú y Shivá. Brahma es el creador del  universo visible, sujeto a ciclos de creación y destrucción, detrás del cual hay una existencia eterna y sin cambios a la que se llega después del ciclo de reencarnaciones (samsara) al que están sujetos todos los mortales. Más de 900 millones de seres humanos creen en la verdadera religión y es imposible que tanta gente permanezca en el error desde el 600 aC.

Pregunté a un japonés y me dijo:
—No sabría decirte exactamente, yo practico una religión universal dentro de las que se dan en mi país: rezo, quemo incienso o dejo notas con plegarias en el primer templo que me sale al paso, budista, sintoísta, cristiano, taoísta o de Confucio. Creo que todas esas prácticas tienen el mismo efecto: tranquilizan mi espíritu. No sé si hay una religión verdadera ni me interesa. Para mí todas son útiles, jamás discutiría con nadie por este motivo.
Cada vez más perplejo, consulté con un budista

—A que budismo te refieres? Somos 1600 millones los que seguimos las enseñanzas de Sidarta Gautama, el Sakyamuni, pero por vías diferentes: los tibetanos utilizan molinillos de oraciones y elevan stupas, los Rinzai practican el koan, repitiendo mantras a la manera de los Hare Krisna, los de la rama Zen meditan sobre sí mismos sentados en la postura del medio loto. Y todos siguen al Buda, cuya esencia se encuentra en cada uno de nosotros.


Decidí no seguir preguntando.

5 comentarios:

  1. Gracias por no seguir preguntando...¡Qué bueno eres!
    Sobrados vamos con respetar y quedo de acuerdo total con el japonés:"Jamás discutiría con nadie por este motivo". ¡Tampoco de política ni de fútbol! Ahí es na...Abrazo

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  2. Pues te has parado en el mejor momento

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  3. Pues te has parado en el mejor momento

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  4. Tratas el Budismo un poco a la ligera. Es algo más complejo. Yo soy budista desde hace cinco años, y he realizado dos cursos del programa de estudios budistas, y te puedo asegurar que, aparte las diferencias de escuelas, que no están nunca enfrentadas, no es algo tan simple. Algún día lo hablamos.

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    1. Seguramente tienes razón, no era mi intención menospreciar el budismo, forma de vida que respeto como a cualquier otra. La necesaria brevedad del artículo no permitía mayor espacio ni profundidad (ni era la intención). Lo que intentaba era poner de manifiesto la diversidad de creencias, todas respetables, y sobre todo lo excluyente de cada una de 'las verdades' respecto de las demás. Releyendo el post, no creo que haya nada irrespetuoso sobre el budismo, al que también me he acercado. Sí que me gustaría que algún día lo habláramos. Muchas gracias por pasarte por aquí.

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