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domingo, 20 de diciembre de 2015

PÁPA QUIERO SER POLÍTICO

Aclaración: no creo que todos los políticos sean como el padre de Arturito. Son, a mi parecer, los menos, pero hacen mucho más ruido que los otros.
—Y tu de mayor ¿Qué quieres ser, Arturito?
—Pues yo, bombero
—No digas tonterías, ¿como va a ser bombero el hijo del Teniente de Alcalde?
—Pues entonces, futbolista
—Pero que futbolista ni futbolista, si eres más torpe que un pato mareado.
—Entonces no sé…
—Yo te lo diré, tú vas a ser político, como tu padre. Mira como vivimos desde que entré en política. Y tú tienes muchas más ventajas que yo. Si mi padre me hubiera encaminado de pequeño, no te digo nada donde estaría ahora.
—¿Y qué hay que hacer para ser político, pápa?
—Pues lo primero, apuntarte al partido, al bueno, al de los que mandan. Eso ya lo hice yo por ti cuando naciste, luego seguir al líder ciegamente y vigilar de cerca por si le ha caído algo de caspa en la chaqueta para sacudírsela de inmediato. Al líder le gustan esas cosas.
—No parece demasiado difícil.
—No te creas, tiene su parte ardua, para superarla es preciso acostumbrase a comer sapos.
—¡Puaj! que asco
—Es cuestión de estomago, eso si que es importante. Un buen estomago es fundamental para ejercer en política. Cuando te acostumbres a tragarte un par de sapos todos los días, nada de lo que te digan (y te pueden decir mucho), será capaz de alterarte, podrás pasearte con la cabeza alta y la sonrisa ancha sin que nada sea capaz de sacarte de tus casillas.
—¿Y además de los sapos, pápa?
—No te preocupes, yo te dejaré bien colocado. Solo tienes que aprender a hacer el egipcio, el resto es cosa de promotores y conseguidores que se ocuparan de que siempre tengas el cazo repleto. Cuando los periodistas o los de la oposición te pregunten, contestas lo que te dé la gana, tú a decir insulseces y a echarle cara al asunto.
—¿Y si me pillan en algún renuncio? He oído que a algunos los detienen y los procesan.
—No hay problema, para eso está el aparato, la justicia –la nuestra- se puede dilatar sine die, o nos cargamos a los jueces por prevaricadores. Y en último extremo, están los indultos; lo que si es importante, fundamental diría yo, es que aprendas el arte del eufemismo.
—¿Acualo es eso?
—Pues no nombrar jamás a las cosas por su nombre
—Eso no lo entiendo
—Es como no decir nunca culo sino pompis, al paro se le llama expectativa de empleo para fecha indeterminada, a los despidos fraudulentos alejamientos del centro de trabajo en diferido y simulado, a la subida de impuestos reorganización de los valores impositivos, y así todo. No tienes más que leer los periódicos de los que podrás extraer sabias enseñanzas. Todo el saber político que te es necesario, se encuentra en ellos y en las tertulias de la TV. ¿Lo vas pillando? Con estas sencillas indicaciones, vivirás como los ángeles.
—¡Pápa, yo quiero ser político!

—¡Ese es mi nene, angélico!

1 comentario:

  1. Con todo el ruido que hacen, parecen ser la mayoría, por lo menos por estos lares.

    Un abrazo.

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